Hola, soy Elena y tengo 18 años. Este es el tercer año consecutivo que voy a la marcha de Adviento de nuestra diócesis. Tras estos tres años he vivido muchos momentos tanto en las marchas como en más eventos relacionados con este entorno. Tras todo esto he conocido a muchísima gente y muchos de ellos se han convertido en personas incondicionales en mi vida. Antes de ir a mi primera marcha, yo no estaba tan interesada en la vida de Jesús. Era una de las épocas no muy buenas para mí, tenía un gran vacío en mi corazón, notaba que necesitaba algo. Todo mesto va relacionado a que un día, un antiguo cura de mi pueblo me animó a ir. Ese fin de semana fue uno de los más especiales para mí; ahí fue donde me di cuenta que el gran vacío que yo sentía se empezó a llenar cada vez más y más… Ese vacío que yo tenía ahora está lleno de Dios, que era lo que a mí me hacía falta: darme cuenta de que no conocía suficientemente bien a una de las personas más importantes que, ahora tengo en mi vida. Podría decir que es UNO de los que más me escucha y me da fuerzas para seguir creciendo como persona y que está ahí en cualquiera de los momentos que lo necesito.
<blockquote>Uno de los momentos que más me gusta de la marcha es la vigilia, ya que allí es donde siento que Jesús está más cerca de mí y que está conmigo. Animo a todos los jóvenes que en su vida estén sintiendo algún hueco en su corazón y sus dudas hacia Dios como sentí yo; que se animen a ir y puedan encontrarse con Jesús como lo hice yo.</blockquote>
Y para terminar espero seguir yendo muchísimos años más a la marcha y dar las gracias a todas esas personas que trabajan para que ese fin de semana sea uno de los más especiales y marcados para tantos jóvenes.
Elena Muñoz Manrique