Ivan Rodero @Ivanrode21 son los jóvenes que en este domingo nos acercan el Evangelio para que la juventud brille y esté unida a Cristo. El Evangelio de hoy nos pone como ejemplo: la vid y sus los sarmientos. Los sarmientos sólo tienen vida si están unidos a la vid. Pero también hay que tener en cuenta que sin los sarmientos, la vid nunca dará fruto. Lo que une a la vid y a sus ramas, los sarmientos, es la corriente de savia que lleva la vida continuamente de la una a las otras. Cuando miramos a la vid, la savia no se ve, corre por dentro del tronco y de las ramas nii siquiera cuando se corta una rama, se ve la savia a simple vista. Hace falta una mirada más profunda, quizá con el microscopio, para verla. Y, sin embargo, está ahí. Un sarmiento que se separa de la vid, se seca y muere. ¿Estamos dispuestos a seguir unidos a Cristo? Ánimo somos la juventud que sonríe.

 

Share This